Nuestras desiciones importan

Buenos días, feliz martes y muchas bendiciones.

El Evangelio de hoy (Mateo 13: 36-43) presenta la explicación de Jesús, a petición de los discípulos, de la parábola del grano de trigo y la cizaña. Algunos expertos piensan que esta explicación, que Jesús da a sus discípulos, no es de Jesús sino de la comunidad. Esto es posible y probable, porque una parábola, por su naturaleza, requiere la participación y la colaboración de las personas en el descubrimiento de su significado. Así como la planta ya está contenida dentro de la semilla, de la misma manera, ciertamente, la explicación de la comunidad está en la parábola.

Una vez más, Jesús usa la imagen del campo para explicar tanto la presencia del bien como del mal en el mundo y para ilustrar cómo se manifestarán esas fuerzas al final de los tiempos. Y es precisamente este objetivo lo que Jesús quería y quiere alcanzar con la parábola. El significado que estamos descubriendo hoy en la parábola que Jesús contó hace dos mil años ya estaba incluido, o contenido, en la historia que Jesús contó, tal como la flor ya está contenida en su semilla.

¿Por qué esta parábola? Frente a la autosuficiencia de los grupos religiosos que pueden considerarse en línea directa con Dios, Jesús invita a sus discípul@s a estar atent@s y preparad@s, porque al final de los tiempos será el juez supremo quien hará la separación entre lo verdadero y l@s fals@s ciudadan@s del reino. En cualquier caso, esta parábola es una buena lección para ser paciente debido a la coexistencia de la cizaña con el trigo, tomado estos términos en el sentido de malo y bueno, coexistencia de fieles y pecador@s.

Pero en el fondo, se percibe la necesidad de exhortar a la paciencia hasta que llegue esta hora judicial de Cristo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles a sacar de su reino a tod@s l@s que inducen a otr@s a pecar y a todas las personas malignas, y las arrojarán al horno en llamas; Habrá el llanto y el rechinar de dientes. "Llorar" es una metáfora que expresa dolor; "Crujir de dientes", furia de desesperación. ¿Por qué? porque quienes fueron arrojad@s perderán a Dios.

Entonces las personas justas brillarán como el sol en el Reino de Dios. Es decir, las personas justas, en contraste, brillarán. La luz aparece en las Escrituras como un símbolo de gloria y felicidad. ¿Por qué? Porque tendrán a Dios para siempre.

Esta parábola está aquí para asegurarnos que nuestras decisiones (para bien o para mal) realmente importan, y que nuestros esfuerzos (especialmente nuestras luchas) son realmente tomados en serio por Jesús. Las malas hierbas y el trigo crecen junt@s y se separan en la cosecha. En cada un@ de nosotr@s, las fortalezas y debilidades de nuestra personalidad están juntas, así como nuestra bondad y deficiencias. Dios nos ve complet@s y mira todo el campo.

En los Evangelios, la imagen predominante de Dios que Jesús nos muestra es una que acepta nuestro estado de pecado y celebra nuestra bondad, como vemos, por ejemplo, en su parábola del Hijo Pródigo (Lucas 15: 11-32).

Bendiciones

Padre Luis +