Hay vida satisfactoria en Jesús

Buenos días, feliz viernes, y bendiciones mi querida.

En Mateo 16 24-28 aprendemos sobre el costo de asociarse con Jesús. Él, Jesús, saca las conclusiones que son válidas incluso hasta ahora: "Si alguien quiere seguirme, renuncie a sí mism@ y tome su cruz y sígame".

Jesús saca las conclusiones que son válidas hasta ahora: "Si alguien quiere seguirme, renuncie a sí mism@, tome su cruz y sígame". En ese momento, la cruz era la sentencia de muerte que el Imperio Romano infligía a personas marginadas y bandidos. Tomar la cruz y llevarla detrás de Jesús era lo mismo que aceptar ser persona marginada por el sistema injusto que legitimaba la injusticia. La cruz no es fatalismo, ni exigencia de Dios. La Cruz es la consecuencia del compromiso asumido libremente por Jesús para revelar las Buenas Nuevas de que Dios es Padre y Madre, y por lo tanto, tod@s tenemos que ser aceptad@s y tratad@s como hermanos y hermanas. Debido a este anuncio revolucionario, Jesús fue perseguido y no tuvo miedo de dar su vida.

Nadie tiene mayor amor que esto: dar la vida por sus amistades (Juan ‪15:13‬). El testimonio de Pablo en la carta a la iglesia de Gálatas indica el significado y la importancia concretos de todo esto: En cuanto a mí, jamás se me ocurra jactarme de otra cosa sino de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien] el mundo ha sido crucificado para mí, y yo para el mundo. (Gálatas ‪6:14‬).

Termina refiriéndose a las marcas de las torturas que sufrió: "Después de esto, que nadie me moleste, llevo marcadas en mi cuerpo las marcas de Jesús" (Gálatas ‪6:17‬).

"Cualquiera que pierda su vida por Mi la encontrará". Estos dos versículos hacen explícitos valores humanos universales que confirman la experiencia de muchas personas cristianas y no cristianas: salvar la vida, perder la vida, encontrar la vida. La experiencia de muchas personas es la siguiente: cualquiera que siempre esté buscando bienes y riquezas nunca queda satisfecho. Quien se entrega a l@s demás, olvidándose de sí mismo, experimenta una gran felicidad. Much@s hacen esto y viven de esta manera casi por instinto, como algo que viene del fondo del corazón. Otr@s actúan de esta manera porque han tenido una dolorosa experiencia de frustración que l@s ha llevado a cambiar de actitud.

Piense una vez más en esto: cualquiera que pierda su vida lo encontrará. ¿Qué experiencia tengo con respecto a esto? Por otro lado, las palabras de Pablo: "En cuanto a mí, en cambio, no hay otra gloria que la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo ha sido crucificado por mí y yo por el mundo". ¿Tengo el coraje de repetir estas palabras en mi vida? Y de Mateo ‪16:25‬, a Lucas ‪9:24‬, a Juan ‪21:18‬ aprendemos sobre la importancia de seguir en lugar de liderar. En mi vida, ¿sigo, doy mi vida a otr@s, o "llevo mi propia vida"?

Bendiciones

Padre Luis +