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Seamos instrumentos de llevar la Buena Nueva

 

 

Buenos días, feliz lunes y muchas bendiciones.

 

Con el evangelio de hoy, Juan 1: 45-51, me vienen a la mente tres pequeñas reflexiones.

 

La primera reflexión es que hoy es la fiesta de San Bartolomé, o Natanael, uno de los doce apóstoles. Sabemos muy poco sobre San Bartolomé, aparte de que probablemente sea el mismo Apóstol que el evangelista Juan llama Natanael. Si Bartolomé y Natanael son realmente a quienes Jesús les hizo un cumplido extraordinario. Jesús declaró que él era un hombre íntegro, "un hombre sin engaño", un hombre incapaz de traicionar.

 

¿A cuántas personas en el mundo actual podemos ofrecer tal cumplido? Piense en la cantidad de veces que tod@s ponemos caras falsas para tratar de impresionarnos. Piense en la frecuencia con la que jugamos con palabras para ocultar o alterar la verdad, para engañar a aquell@s con quienes estamos hablando.

 

La deshonestidad parece ser una realidad en toda la sociedad. Las encuestas a l@s estudiantes muestran que las trampas se practican ampliamente en las escuelas. L@s estudiantes hacen trampa, aparentemente sin saber que hacer trampa es inmoral. Lo mismo podría decirse de l@s funcionari@s corporativos de empresas como Enron, Worldcom, etc. Uno se pregunta si est@s funcionari@s tenían algún sentido del mal que estaban haciendo, poniendo en peligro los puestos de trabajo y los planes de pensiones de l@s empleados.

 

La segunda reflexión es la historia de alguien que encontró a alguien. Jesús encontró a Felipe. Felipe encontró a Natanael. Natanael encontró a Jesús. Esta experiencia de encontrar a alguien y llevar a esa persona a Jesús me hizo pensar en quién era la persona que me llevó a Jesús. Cuando Natanael accedió a venir, no tenía grandes expectativas sobre lo que iba a ver. Su comentario sobre Nazaret puede no haber sido de desprecio, sino posiblemente un comentario que indica la falta de declaraciones sobre Nazaret en las profecías mesiánicas. Podemos empezar a comprender su sorpresa cuando le presentaron al Hijo de Dios. Esperaba tan poco y encontró tanto.

 

Y la tercera reflexión es la historia de ¿a quién tú has traído a Jesucristo? Tenemos mucha gente a quien agradecer, pero ¿tenemos a alguien que nos agradezca? ¿He acercado a alguien a Jesús? ¿He invitado a alguien a acercarse a Jesús? De lo contrario, comuníquese con algunos de sus amig@s, familiares e incluso enemig@s del pasado.

 

Jesús no nos pide que convirtamos a nadie. Nos pide que simplemente proclamemos la Buena Nueva. Sería una tontería pensar que nuestras palabras o acciones podrían reemplazar las palabras o acciones de Dios; que nuestra presencia podría reemplazar la presencia del Espíritu Santo. Solo Jesús conoce los corazones de su pueblo. Solo Él nos conoce de memoria. Somos simplemente sus amad@s instrumentos que hemos llegado a saber y creer que Jesús es nuestro mayor tesoro.

 

Bendiciones

 

Padre Luis +

Date news: 
Lunes, Agosto 24, 2020 - 13:45

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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