El desafío aquí es permanecer alerta velando

Buenos días, feliz jueves y muchas bendiciones.

Al llegar al final de Mateo 24 (hoy estamos en Mateo 24: 42-51), Jesús les da a sus discípul@s una parábola para hacerles entender la verdad de su necesidad de "velar" por Su venida. Recuerde, el Señor está aquí hablando con sus discípul@s, ell@s le han hecho preguntas acerca de; la destrucción de Jerusalén y el templo, Su parusía (regreso). Su pregunta era básicamente doble; ¿Cuándo sucederán estas cosas y qué señales las precederán?

A lo largo de los siglos, ha habido dos extremos de interpretación de lo que nuestro Señor quiso decir cuando dijo: Velad:

Ha habido quienes se lo han tomado muy en serio. Estudiaron las señales de la venida del Señor que aparecen en pasajes predictivos tanto en el Nuevo Testamento como en el Antiguo. Se involucraron tanto que de hecho fijaron fechas para el regreso de Jesucristo. Una y otra vez, la gente ha dicho que Jesús vendría un día determinado, basándose en lo que encontraron en las Escrituras.

Otra interpretación extrema de "velar" es llegar a la conclusión de que no podemos saber el tiempo de la venida del Señor y, por lo tanto, no sirve de nada preocuparse por ello. ¡Olvídalo! Sigue viviendo la vida como quieras, hasta que él venga. Si viene, viene. Entonces es tiempo suficiente para preocuparse por eso. Mientras tanto, sigue viviendo como quieras sin importar si él viene o no. Eso realmente es vivir como si no viniera en absoluto. Eso es a lo que muchas personas cristianas se han conformado.

El desafío aquí es permanecer alerta velando. Pero luego me pregunto; ¿Cuál es el mensaje que Jesús me ha dado para que lo siga poniendo en práctica en mi vida mientras espero? Mientras trato de responder a esta pregunta, me vienen a la mente estos desafíos de Jesús: niégate a ti mism@ y sígame; conviértete en un sirviente; gana el mundo, pierde la vida; vende tus cosas y dalas a las personas pobres; Bienaventurad@s l@s perseguid@s; y quien se enaltece será humillad@.

Jesús nos advirtió que lo físico nos distrae con demasiada facilidad y que seremos sorprendid@s sin darnos cuenta si no nos disciplinamos continuamente. Creo que esta es la razón por la que Jesús nos dio estas parábolas. Si no entendemos las parábolas, no miraremos como él nos dice. Y si no miramos, seremos engañad@s.

A mí me parece que solo podemos permanecer fieles cuando nos dedicamos a la oración. En oración, continuamente permitimos que Dios nos perdone, nos limpie, nos enseñe y nos fortalezca para obedecerle. Realmente creo que cuando vivimos con la ansiosa expectativa del regreso de Jesús y esperamos persecución hasta entonces, es más probable que mantengamos nuestra vida pura y nuestro corazón listo para encontrarlo. Ahora yo te pregunto: ¿Estás list@? ¿Tu vida está en orden? Si Jesús viniera ahora mismo, ¿estás preparad@ para conocerlo?

Bendiciones

Padre Luis +