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Es maravilloso darse cuenta de que pertenecemos a la familia de Dios

 

 

Buenos días, feliz martes y muchas bendiciones.

 

El Evangelio de hoy (Lucas ‪8: 19-21‬) presenta el episodio en el que los familiares de Jesús y también su Madre quieren hablar con él, pero Jesús no les hace caso. Jesús tuvo problemas con su familia. A veces la familia ayuda a vivir el Evangelio y a participar en la comunidad. Otras veces, la familia lo impide. Esto es lo que le pasó a Jesús y esto es lo que tal vez nos pasa a nosotr@s.

 

La reacción de Jesús es clara: “Mi madre y mis herman@s son l@s que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica”. En Marcos, la reacción de Jesús es más concreta. Marcos dice: Mirando a los que estaban sentados allí, dijo: “¡Miren, mi madre y mis herman@s! Cualquiera que haga la voluntad de Dios, es mi hermano, mi hermana y mi madre (Marcos 3, 34-35). ¡Jesús extiende su familia! No permite que la familia lo aleje de la misión.

 

Es la Palabra de Dios la que crea una nueva familia en torno a Jesús. En la época de Jesús, el momento político, social y económico o la ideología religiosa, todo conspiró a favor de debilitar los valores centrales del clan, de la comunidad. La preocupación por los problemas de la familia impedía que las personas se unieran en la comunidad. Más bien, para que el Reino de Dios pudiera manifestarse de nuevo, en la vida comunitaria del pueblo, las personas tenían que ir más allá, traspasar los estrechos límites de la pequeña familia y abrirse a la gran familia, a la Comunidad. Jesús da el ejemplo. Cuando su propia familia intentó apoderarse de él, Jesús reaccionó y amplió la familia (Marcos 3: 33-35). Creó la Comunidad.

 

Necesitamos entender que cuando Jesús estaba hablando, no solo estaba dando algunas reglas para vivir mejor. Nos estaba invitando a aceptar la adopción en la familia Divina del Padre/Madre, el Hijo y el Espíritu Santo. Entonces, estas palabras de Jesús sobre su madre y su familia no son un desaire a María, sino que nos recuerdan cómo él quiere que tod@s pertenezcan a su familia. En nuestra vida adoptiva, Él, incluso desde la Cruz, nos dio a María como nuestra Madre a través del simbolismo de San Juan cuando le dijo “Aquí está tu madre” (Juan ‪19: 27‬). Es maravilloso darse cuenta de que pertenecemos a la familia de Dios.

 

La gente naturalmente asumió que Jesús daría el primer lugar a su familia. Pero con una frase revela que tod@ ser humano puede convertirse en miembro de su familia. La cercanía a Jesús no depende de la posición social o el rendimiento académico o la riqueza. En cambio, depende de "escuchar la palabra y hacerlo".

 

Hoy te invito a que meditemos en esta pregunta: ¿Tu familia te ayuda o te dificulta participar en la comunidad cristiana?

 

Bendiciones

 

Padre Luis +

Date news: 
Martes, Septiembre 22, 2020 - 10:15

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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