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La gente común lucha con la competitividad espiritual

 

 

Buenos días, feliz lunes y muchas bendiciones.

 

En el Evangelio de hoy (Lucas 9: 46-50) vemos que Jesús tenía una misión, enviado por el Creador del universo, Dios, para buscar y salvar a las personas que están alejadas del amor de su Creador. Su vida, muerte y resurrección proporcionan una puerta abierta al cielo. Jesús siguió diciendo a l@s discípul@s que iba a Jerusalén donde sería arrestado, juzgado, crucificado y asesinado, y luego resucitaría al tercer día, para restablecer la paz y el perdón entre l@s seres humanos y nuestro Dios.

 

Ell@s no entendieron por lo que sus conversaciones, sus argumentos se centraron en ell@s mism@s. En lugar de ver a Jesús como la única persona digna del título de “Grande”, pelearon y se pelearon por cuál de ell@s sería el número uno en el nuevo reino que Jesús iba a establecer. Entonces, ¿qué quiso decir Jesús cuando dijo que deberíamos ser como un/a niñ@? ¿Quería decir que debemos ser obedientes como un/a niñ@ pequeñ@, siguiendo todas las leyes de Dios como un/a niñ@ sigue las reglas de su madre/padre? Bueno, tú y yo sabemos que esa idea es tan burlesca que es ridícula.

 

Quizás Jesús estaba hablando de la fe y la confianza que l@s niñ@s suelen mostrar. Recuerdo a mi hija mayor tirando a su hermano menor, en el aire en una piscina. Cada vez que mi hijo bajaba, mi hija lo atrapaba. Y subía de nuevo. La risa era constante. Puedo escuchar a mi hijo decir: “Una vez más. Una vez más. Mi hijo confiaba en su hermana. Sabía que su hermana nunca lo dejaría caer. Su confianza era total. Supongo que tod@s lo hemos hecho. Eso es lo que quiso decir Jesús. Créeme. Se humilde y deja de buscar ser el/la número un@.

 

También aprendí en este Evangelio que la gente común lucha con la competitividad espiritual. Ahora, justo después de que Jesús les habla a l@s discípul@s sobre dar la bienvenida y recibir a otr@s, l@ discípul@s buscan excluir a otr@s del ministerio. Intentan detener, sin éxito, a l@s que no forman parte del "grupo oficial". No sólo discuten entre ell@s, ¡discuten con otro grupo! Creo que el otro grupo era una amenaza: estaban echando fuera demonios y l@s discípul@s acababan de experimentar un fracaso en esta área. Tenían una mentalidad de nosotr@s contra ustedes, o sea, un espíritu competitivo. Necesitamos poder bendecir a otros ministerios, incluso si son más fructíferos que nosotr@s. Más que solo querer que les vaya bien, necesitamos bendecir incluso sembrar en su ministerio.

 

 

Pero para evitar los estilos de competencia, debemos aprender que la grandeza radica en la humildad. No hay mayor honor en la tierra que ser aceptad@ por otr@s como siervo de Dios y de Jesucristo. Reconozco que el camino del liderazgo de servicio es muy difícil para much@s cristian@s. Much@s prefieren la manera fácil del mundo de mandar a otr@s en lugar de servirles, pero esa no es la manera de Dios. La ambición del honor y la lucha por la superioridad y la preponderancia son pecados que acosan con mayor facilidad a las personas cristianas hoy. Nosotr@s, como ell@s, también merecemos ser reprendid@s porque fluye de las corrupciones que estamos muy preocupad@s por la vanidad y el orgullo.

 

Jesús exhortó a l@s discípul@s a tener el temperamento de un/a niñ@, a ser humildes, tranquil@s. La exhortación también es para nosotr@s hoy. No debemos ser afectad@s por el esplendor mundano o la grandeza o el alto título. No debemos guardar rencor a nuestros rivales y competidor@s. Debemos estar dispuest@s a ser los menos si eso contribuirá a nuestra utilidad. Debemos rebajarnos al trabajo más humilde donde podamos ser útiles y hacerlo bien.

 

Bendiciones

 

Padre Luis +

Date news: 
Lunes, Septiembre 28, 2020 - 10:15

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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