María la Subversiva

Buenos días, feliz martes y muchas bendiciones. 

El Cántico de María (Lucas 1: 46-56) fue uno de los cánticos de la comunidad de l@s primer@s cristian@s. Revela el nivel de conciencia o conocimiento y la firmeza de la fe que la animaba interiormente. Cantado en comunidad, este cántico de María nos enseña a rezar y cantar. María comienza proclamando el cambio que se está produciendo en su vida bajo la mirada amorosa de Dios, llena de misericordia. Por eso canta con alegría: “Me alegro en Dios, mi Salvador”.

El canto de María es un canto de alabanza. No solo comparte sus pensamientos con su prima. Ella dice que Dios es grande y su espíritu se regocija con las noticias que le han llegado.

Hoy, la canción de María se llama El Magníficat, que significa "mi alma magnifica a Dios" en latín. Se puede escuchar tanto en los servicios católicos como en los luteranos y anglicanos. Su canción ha sido copiada en el Libro de Oración Común y para la mayoría de las iglesias protestantes, se canta durante la temporada de Adviento.

Este es un ejemplo revolucionario de alabanza de una joven que lleva al único hijo de Dios. Sin duda, estaba sintiendo cierta ansiedad porque vivía en una comunidad que la condenaría al destierro o a morir. Estaba comprometida, pero no oficialmente casada. Ella era virgen, pero no podía demostrárselo a la gente común.

Tres tipos de pensamiento revolucionario comienzan con la letra de la canción de María. Sus palabras en el versículo 51, “Ha hecho una proeza con su brazo; ha esparcido a los orgullosos… transmiten un pensamiento moral revolucionario. Ella está hablando de la muerte del orgullo. Nuestro orgullo puede impedirnos actuar en la dirección de Dios y ser obedientes. En segundo lugar, podemos mirar su canción en un estado de ánimo social revolucionario. María dice: "Derribó a los poderosos de sus tronos y exaltó a las personas humildes". María sabe que no es nada especial a los ojos del mundo. Es una joven pobre que se va a casar. Pero Dios mira el corazón de una persona, como lo hizo con María. Por último, vemos una revolución económica: "Ha satisfecho a las personas hambrientas con cosas buenas y despidió a l@s ric@s con las manos vacías". Si somos una sociedad cristiana, ¿por qué tenemos gente hambrienta? Para vivir en obediencia a Dios, no debemos ganarnos riquezas y dejar que nuestro hermano o hermana pase hambre. La canción de María tiene fuertes hilos morales, sociales y económicos en todas partes.

Por eso, en un sermón de 1933, el pastor y teólogo luterano alemán Dietrich Bonhoeffer calificó este Cántico de María como "la más apasionada, la más feroz, podría decirse que es el himno de Adviento más revolucionario jamás cantado". Bonhoeffer, quien sería colgado 12 años después por resistir al nazismo, agregó: “Esta no es la dulce, tierna y soñadora María ... Esta canción no tiene los tonos dulces, nostálgicos o incluso juguetones de ... los villancicos. En cambio, es una canción dura, fuerte e inexorable sobre tronos que se derrumban y personas humildes de este mundo ... "

En última instancia, El Magníficat trata sobre una inversión cósmica: un cambio de rumbo. O como dijimos hace unos días, poner el mundo patas arriba. Lo más bajo se convierte en lo más alto y lo más alto en lo más bajo. No es de extrañar que la canción de María sea popular entre las personas pobres, las excluidas y las oprimidas, no solo en América Latina sino también aquí en los Estados Unidos. La oligarquía y la clase dominante siempre han estado alarmadas por estos versos radicales y subversivos. El Magníficat es un llamado a las personas ricas de todas partes a buscar una nueva relación con las personas pobres y marginadas, que comience por escucharles.

Los cánticos son el termómetro de la vida de la comunidad. Revelan el grado de conciencia y compromiso. Te invito a examinar y escribir una canción de tu comunidad en este momento.

Bendiciones

Padre Luis +