Por fe

Buenos días, feliz miércoles y bendiciones. 

En el evangelio de hoy, Marcos 12: 18-27, vemos cómo a veces los conceptos erróneos pueden evitar que veamos verdades muy simples. El mago trata de plantar una idea errónea en su cabeza de que está sosteniendo cierta tarjeta en su mano cuando realmente está en su bolsillo. Si funciona, te sorprendes cuando lo saca de su bolsillo. A estos saduceos les faltaba una gran cantidad de evidencia bíblica para la resurrección debido a sus conceptos erróneos. Hoy, muchas personas hacen lo mismo sobre este y otros temas.

Aparentemente, los saduceos pensaron que podían inventar una historia lo suficientemente buena como para probar su caso. Esto es muy parecido a las personas de hoy que intentan justificar el pecado. En lugar de apelar al estándar de Dios, las Escrituras, para lo que está bien o mal, la gente considera encuestas de opinión u otras indicaciones de la popularidad de una creencia. Si ciertas celebridades respaldan una actividad como una cuestión de elección y no de moralidad, entonces eso es lo suficientemente bueno para algun@s.

Jesús afirma que se equivocan porque "no conocen las Escrituras ni el poder de Dios". Esta es una caracterización importante. Señala exactamente cómo responderá Jesús a la consulta.
Primero, no conocen el poder de Dios. Han limitado a Dios por su propia concepción de las posibilidades racionales. La resurrección, para ellos, solo puede significar que la vida continuará como es ahora. Pero Jesús socava esta suposición. Si bien hay continuidad entre la vida presente y resucitada (nuestras identidades personales, por ejemplo), también hay discontinuidad. La nueva era (la vida resucitada) será diferente.

Segundo, ellos no conocen las Escrituras. Jesús cita Éxodo 3: 6, que recuerda un momento clave en la historia de Israel, el día en que Moisés se encontró con Yahvé en la zarza ardiente. Much@s intérpretes se centran en el tiempo presente ("Yo soy el Dios de Abraham") como la clave de cómo Jesús usa el texto en respuesta a los saduceos. En otras palabras, Dios sigue siendo el Dios de Abraham, es decir, Abraham todavía vive.
 
Sin embargo, esta confesión no se trata simplemente de reanimación. Más bien, confesamos que Dios inaugurará una nueva era. Dios creará un cielo nuevo y una tierra nueva en la que el pueblo redimido de Dios vivirá en sus cuerpos resucitados adecuados para la nueva era. Si bien nuestra racionalidad (e incluso nuestra ciencia) puede resultar difícil de creer, las personas cristianas confiesan tanto el poder de Dios como la lógica narrativa de las Escrituras.

Principales sacerdotes, saduceos, herodianos, escribas o fariseos: ¡todos tienen un desafío para Jesús y a quién le gustaría estar en sus zapatos! Este desafío es un caso hipotético: casi el peor que se les ocurre. Pero Jesús conoce su Escritura y él conoce a Dios. Me pregunto, ¿cómo es probar que alguien está equivocado cuando estás bajo ataque?

En otras palabras, la resurrección de los muertos no se parece en nada a lo que podamos imaginar. Significa que Dios nunca nos dejará ir porque nos ama. ¿Puedo hacer un acto de fe en esto?

Bendiciones

Padre Luis +