El Camino de liberación y fiesta

Buenos días, feliz viernes y muchas bendiciones.

En el evangelio de hoy (Lucas 5: 33-39) Jesús se encontró con un problema cuando comenzó su ministerio hace casi 2000 años. Al principio de lo que estaba tratando de hacer, recibió críticas por tratar de hacer las cosas de manera diferente, por tratar de cambiar las cosas. Una y otra vez, los líderes judíos y las personas religiosas de ese día cuestionaron a Jesús, e incluso lo condenaron, por intentar hacer algo nuevo. Vemos uno de estos incidentes en la historia de hoy y Jesús responde a sus preguntas con una parábola

Están diciendo: “¿Por qué haces las cosas de manera diferente, Jesús? ¿Por qué estás moviendo el barco? ¿Por qué estás amenazando el statu quo? ¿Por qué vas en contra de la tradición y la costumbre? ¿Por qué tú y tus discípulos no ayunan como tod@s los demás? "

Anteriormente en Lucas 5, los fariseos se enojaron un poco con Jesús por pasar tiempo con los recaudadores de impuestos y las personas pecadoras. Iba a fiestas y se llevaba a sus discípul@s con él. Y luego, lo peor de todo, ¡le llama a esto ministerio! Y a los fariseos no les gustó. No creían que esta fuera la forma en que debería actuar un "hombre piadoso". Un hombre piadoso nunca se ríe. Nunca hace una broma. Constantemente escucho este tipo de evaluaciones de mi ministerio de aquell@s dentro de la iglesia que se autoproclaman l@s guardianes morales de Dios. Que al final lo que han tratado de hacer es secuestrar a Dios cuando Dios es del pueblo.

Pero Jesús hizo todas estas cosas. Sin embargo, el único punto con el que lo confrontan aquí es su falta de ayuno. En ese momento, era tradicionalmente obligatorio que todos l@s buen@s judí@s ayunaran. Si no ayunabas, los demás te miraban con desprecio y decían: "Oh, míral@. No es muy sant@ ". Los fariseos tenían el ayuno reducido a una ciencia. Ayunarían todos los lunes y jueves y se blanquearían la cara con ceniza para que tod@s pudieran ver que estaban ayunando. Por supuesto, el ayuno en sí era algo hipócrita porque el ayuno solo duraba desde el amanecer hasta el atardecer, y podían comer tanto como quisieran antes y después del ayuno.

¿Y saben lo que les dice Jesús? Él dice: "Oigan bien, ustedes han entendiste todo mal. Piensan que no están siguiendo a Dios a menos que seas miserable. Estoy aquí para cambiar todo eso. Estoy aquí para mostrarles que servir a Dios puede ser una fiesta. Y yo soy el alma de la fiesta (Lucas 5: 34-35).

Jesús quiere que hagamos las cosas de una manera completamente nueva. Apocalipsis 21: 5 dice que Él hará nuevas todas las cosas. Como Gran Médico, ofrece nueva vida y nueva salud espiritual. Como Novio, ofrece nuevo amor y gozo. Nos hace nuevas creaciones y nos da un nuevo espíritu. Y lo más grande de todo, Él nos da la nueva vida de gracia para vivir. No más vivir bajo la esclavitud de la ley. Ahora ofrece la nueva vida de celebración y alegría. Una nueva vida de flexibilidad. Jesús está diciendo que no se puede reformar la religión; tiene que ser reemplazada por algo nuevo y nada mejor, que es el Evangelio de la Gracia.

Jesús finalmente fue condenado a muerte por los cambios que trajo. Pero cuán agradecid@s podemos estar por esos cambios porque la nueva forma es definitivamente mejor.

Bendiciones

Padre Luis +