La compasión es una dimensión de la espiritualidad

Buenos días, feliz viernes y muchas bendiciones.

En el Evangelio de Marcos (Marcos 6: 34-44), la multiplicación de los panes es muy importante. Se menciona dos veces: aquí y en Marcos 8: 1-9. Y Jesús mismo interroga a l@s discípul@s sobre la multiplicación de los panes (Marcos 8: 14-21). Por eso vale la pena observar y reflexionar, para descubrir cuál es exactamente la importancia de la multiplicación de los panes.

La alimentación de los cinco mil hombres (tenían la mala costumbre sexista de no contar las mujeres y l@s niñ@s) habla de la generosidad de Dios y su bondad hacia nosotr@s. Cuando Dios da, da en abundancia. Él nos da más de lo que necesitamos para nosotr@s mism@s para que podamos compartir con aquellas personas que carecen de lo que necesitan.

Aquí se destaca nuevamente la compasión de Jesús. Permítanme conversar con él sobre la compasión porque es tan central en su vida. ¿Me está diciendo que Dios ES compasión y que l@s seres human@s debemos llegar a ser como él? El reino de los cielos pertenece, al parecer, a las personas compasivas. Jesús tiene compasión de mí. Le pido que me ayude a ser más compasivo conmigo mismo y con l@s demás. Deje que mi lápida en mi tumba diga: " él irradiaba compasión".

Jesús tenía compasión de la multitud”. ¿Comparto su preocupación por l@s much@s en el mundo de hoy, tanto personas ancianas como jóvenes, que son como ovejas sin pastor? Si Jesús me dijera lo que les dice a l@s discípul@s: "¡Denles de comer!", ¿Tengo algo que ofrecer a un mundo hambriento? ¿Puedo ayudar incluso a una persona? ¿Puedo ser una "buena noticia" incluso para un@ de los millones que lo necesitan?

La verdadera oración implica un cambio en mi comportamiento. Entonces, necesito ser como l@s discípul@s desconcertad@s aquí e 'ir y ver' qué recursos puedo usar para servir a las personas necesitadas. Quizás no podría arriesgarme a una nueva iniciativa, pero ¿podría unirme a un grupo preocupado? ¿O tal vez necesito comenzar más atrás y pedirle al Señor que participe en ese amor apasionado que lo impulsó ese día?

Cuando pensamos en alimentar al mundo, o en todas las necesidades del mundo, puede ser abrumador y puede darnos una razón para posponerlo hasta que tengamos una solución o levantar las manos ante una tarea tan enorme. La Madre Teresa (Santa Teresa de Calcuta) ofreció consejos a lo largo de su vida sobre esto. Es necesario amar primero a quienes componen tu familia. El amor comienza en casa.

Algunas familias tienen a alguien que está sufriendo o que se siente sol@, pero ni siquiera tenemos tiempo para sonreírles. “Si realmente quieres ser el amor de Dios en el mundo de hoy, primero comienza a ser el amor de Dios en tu propia casa”. Debes ser la esperanza de la felicidad eterna para su espos@, tu hij@, tus abuel@s, tu padre o madre y cualquier persona relacionada contigo. Incluso entre l@s compañeros de trabajo en la oficina o en el trabajo, ¿pueden ver a Jesús en ti? Y por supuesto, mis hermanas y hermanos de la iglesia.

Jesús se olvida de descansar para servir al pueblo. Por esto te invito a meditar hoy sobre esta pregunta: ¿Qué ejemplo yo debo de dar? Jesús nos invita a tener compasión. Y recuerda, la compasión es un sentimiento que se produce al ver padecer a alguien y que impulsa a aliviar su dolor o sufrimiento, a remediarlo o a evitarlo. 

Bendiciones

Padre Luis +