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¡Quizás oramos mejor cuando no decimos nada en absoluto!

 

 

Buenos días, feliz martes y muchas bendiciones.

 

La lectura del Evangelio de hoy (Mateo 6: 7-15) comienza con Jesús diciéndoles a sus discípulos que no deben balbucear sus oraciones como lo hacen la gente pagana. Las gentes paganas pueden pensar que más palabras son mejores y pueden esperar que muchas palabras les traigan una respuesta favorable de sus dioses.

 

¿Tienes dificultades para orar en este momento? Tal vez estés confundid@, molest@, soñando despiert@. Trata de estar quiet@ por unos momentos. ¿No sabes que decir? Prueba la oración que Jesús ofrece aquí, el Padre Nuestro, rezándola lentamente, o simplemente quédate quieto y en silencio en la presencia del Señor. La oración es un momento de relajación en el misterio del amor de Dios, dejando ir las tensiones y preocupaciones durante este período de tiempo.

 

¿Qué me dice esta oración sobre quién es Dios? ¿Cuál es mi frase favorita? ¿Con cuál tengo más dificultades? Que esa sea mi oración. Habla con Jesús sobre cómo eres. 'Venga tu reino'? ¿Puedo atreverme a soñar que Dios tiene un sueño para mí, para nosotr@s? Habla con él sobre esto.

 

¿Hágase tu voluntad? ¿Tengo la sensación de estar sostenido en la palma de la mano de Dios? Cuando tengo dificultades, ¿con qué rapidez puedo "involucrar" a Dios en mi oración?

 

¡Quizás oramos mejor cuando no decimos nada en absoluto! Nuestras palabras pueden ser sobrias. A menudo no sabemos qué decir en nuestras oraciones o nos cansamos de decir las mismas cosas una y otra vez. Quizás entonces podamos entrar en silencio ante Dios, con cada respiración una recepción agradecida de vida y amor; o simplemente decir algunas de las palabras del Padre Nuestro, la oración que él usa para expresar nuestro deseo de orar. Definitivamente Jesús nos da un modelo de oración en el Padre Nuestro. Oro por los que me lo enseñaron, por tod@s l@s que me ayudaron a entenderlo.

 

Tomo la oración en las palabras que me son familiares y oro para que la manera de ser y ver de Dios sea evidente en mí. Al orar pidiendo perdón, me dispongo a perdonar. Me preparo para la curación al no albergar resentimiento.

 

Jesús me recuerda que no debo dejar que mi tiempo de oración se vuelva demasiado detallado, podría usar una frase favorita del Padre Nuestro y dejar que me guíe a lo largo de este día.

 

Esta breve y sencilla oración es rica, pero profunda en su sencillez. Hoy les invito a encontrar un lugar tranquilo y orar (orar de verdad) el Padre Nuestro lento y deliberadamente. Sea consciente de las palabras. ¡Ora con tu corazón, no con tu cabeza! Luego, siéntate en silencio durante tres a cinco minutos.

 

A medida que avanza el resto del día, ¿te das cuenta de si hay algo diferente para ti hoy? Oro para que lo haya. Incluso puede sentir la presencia de Jesús contigo y dentro de ti a lo largo del día. ¡Qué regalo sería ése!

 

Bendiciones

 

Padre Luis +

Date news: 
Martes, Marzo 23, 2021 - 09:00

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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