¿Estoy permaneciendo en la palabra de Jesús?

Buenos días, feliz miércoles y muchas bendiciones.

El evangelio de hoy (Juan 8: 31-42) es una continuación de la conversación que Jesús tuvo con los judíos en el evangelio de ayer. Su referencia para hacer de Su palabra nuestro hogar nos hace reflexionar sobre el significado de “hogar”. ¿Dónde nos encontramos principalmente en casa? También puede preguntar con quién se encuentra principalmente en casa. La aceptación de la morada de Dios en nuestro corazón es un hogar privilegiado para nosotr@s. A partir de la experiencia de esta morada, podemos estar constantemente en casa en cualquier lugar que estemos o en cualquier compañía en la que estemos.

Los judíos estaban molestos porque Jesús insinuó que no eran realmente libres. Lo mismo ocurre con la sociedad occidental, porque nuestra libertad, ganada con tanto esfuerzo, es nuestro mayor orgullo. Puedo encontrar la misma reacción en mí también, así que le pido a Dios que me ayude a verme como realmente soy, con todas mis libertades y áreas que carecen de libertad.

Reflexiono que es mi fe en la gran misericordia de Dios lo que me da la libertad de mirarme a mí mismo con la verdad y continuar lidiando con mi falta de libertad, especialmente en mis relaciones.

Además, en este Evangelio Jesús les dice a los judíos que creyeron en él: "Si permanecen en mi palabra, verdaderamente serán mis discípulos, y conocerán la verdad y la verdad los hará libres".

Jesús enfatiza la importancia de cumplir su palabra. Hacer esto demuestra que un@ es un/a verdader@ seguidor/a suyo. Significa tener la verdad o ver cosas como Dios. Esto también significa estar libre de todos los engaños oscuros. Hay mucho que reflexionar sobre esto.

Quienes están oyendo a Jesús estaban desconcertados acerca de ser libres, ya que pensaban que nunca fueron esclavos. Su respuesta a ellos se aplica a todos nosotr@s: “toda persona que comete pecado es esclava del pecado”. El pecado básico es no aceptarlo a él, el Hijo de Dios.

Jesús les indica a los judíos que, incluso si consideran a Abraham como su padre espiritual, no tienen su espíritu. No podían comprender en absoluto que había sido enviado por Dios y todo lo que eso implicaba.

Hoy te invito a tomes un momento y te preguntes: ¿"estoy permaneciendo en la palabra de Jesús"? ¿Cómo lo hago? ¿Tomo tiempo para leer las Escrituras, los Evangelios? Más importante aún, ¿me esfuerzo por encarnar la palabra de Jesús? A veces, puede resultar difícil saber qué significa permanecer en la palabra de Jesús. Hoy les invito a elegir una frase u oración de este Evangelio y repetir lentamente la frase u oración en voz alta o en su mente durante cinco a siete minutos.

Después de hacer esto, siéntate en silencio durante unos minutos más. Cuando esté list@, abre los ojos y agradece a Jesús por estar contigo hoy. Permite que la palabra de Jesús permanezca en ti durante todo el día. Quizás te des cuenta de que simplemente permanecer en la palabra de Jesús es el mejor regalo que puedes darte a ti mismo y al mundo.

Bendiciones,

Padre Luis +