Puede resultar fácil darnos por sentada la presencia de Jesús.

Lectura: Pero de verdad les digo que es por su bien que me vaya. A menos que me vaya, el Espíritu no vendrá a usted; pero si me voy, te lo enviaré. Juan 16: 7

Buenos días, feliz martes y muchas bendiciones.

En el evangelio de hoy (Juan 16: 5-11) Jesús está preparando a sus discípul@s para su "despedida". A medida que se acerca el momento de la ascensión de Jesús y la venida del Espíritu Santo, Jesús comienza a preparar a sus discípul@s para su despedida. El evangelio de hoy comienza en medio de la conversación que Jesús estaba teniendo con sus discípul@s. Les dice a sus seguidor@s que va a "Aquel que lo envió".

Jesús sabía que sus discípul@s estaban luchando con la realidad de tener que dejarlo ir. Habían estado con él durante mucho tiempo y dependían de él. ¿Qué harían sin Jesús? ¡Habían dejado sus hogares y familias para seguirlo! La idea de que Jesús ya no estuviera con ell@s era más de lo que podían comprender o imaginar. Jesús les tranquiliza rápidamente. Es cierto que ya no estará con ell@s, sin embargo, promete nunca dejarles sol@s. Les dice que les enviará el Espiritu. Jesús les dice que será mejor para ell@s si les deja. Si se queda con ell@s, el Espíritu no vendrá a ell@s.

Imagínese lo que l@s discípul@s estaban pensando y sintiendo mientras Jesús hablaba de dejarles. Llevaban con él tres años. Habían dejado a sus familias y hogares para seguirlo. Él era su líder y su maestro. L@s discípul@s simplemente no podían imaginar sus vidas sin Jesús. Si ya no estaba con ellos, ¿qué harían?

Pregúntate: ¿qué harías si Jesús no estuviera en tu vida? ¿Lo extrañarías? ¿O incluso notarías su ausencia? ¿Qué perderías si Jesús no estuviera presente? En serio, ¿cómo te afectaría su ausencia? Puede resultar fácil darnos por sentada la presencia de Jesús. Pregúntate: ¿cómo sería tu vida y la mía diferente si Jesús no estuviera presente con nosotr@s? ¿Notaríamos siquiera su ausencia? ¡Sin embargo, promete estar siempre con nosotr@s!

Me doy cuenta de la frecuencia con la que Jesús se refiere al Espíritu Santo durante este tiempo después de la Pascua y cuando nos acercamos a la Ascensión. La venida del Espíritu de la Verdad a nosotr@s es claramente de gran importancia para Jesús. Que tan importante es para mí. ¿Confío conscientemente en la gracia de mi confirmación y reconozco la realidad del Espíritu Santo en mi vida?

¡Hoy podemos agradecer a Jesús por su amor fiel y su presencia en nuestras vidas! Es muy fácil dar por sentado este gran regalo. Tengamos los ojos y el corazón abiertos para la venida de Jesús a nuestras vidas hoy. ¡Estate despiert@ y alerta! ¡Él vendrá! Más exactamente: ¡ya está con nosotr@s!

Bendiciones

Padre Luis +