Nada puede separarnos del amor y la misericordia de Jesús

Lectura: Ya no me quedaré en el mundo, pero ellos todavía están en el mundo, y yo vengo a ti. Santo Padre, protégelos con el poder de tu nombre, el nombre que me diste, para que sean uno como nosotros. Juan 17:11.

Buenos días, feliz martes y muchas bendiciones.

"He dado a conocer tu nombre a los que me diste". ¡Qué poderosas palabras (Juan 17: 1-11a) y qué maravilloso regalo les dio Jesús a sus discípul@s! Tómate un momento y piensa en tu infancia. ¿Quién fue quien te presentó a Dios y a Jesús? ¿Fueron tus padres/madres o fueron los sacerdotes, hermanas o maestros de tu parroquia o de tu escuela? ¿Se te manifestó Dios en la belleza de la naturaleza? ¡Quizás fue todo lo anterior!

Jesús habla desde lo más profundo de su corazón. Nos habla del amor de Dios por él y de su amor por su Padre/Madre que es el corazón y el centro de su propio ser. El amor de Dios sigue estando con él hasta el final, hasta la cruz, hasta darlo todo, su vida.

“Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. Toda nuestra vida luchamos por conocerlo, a través de palabras y parábolas, y a través del mundo que nos ha confiado. En ningún momento podemos decir que entendemos a Dios. San Agustín escribió: “La comprensión es la recompensa de la fe. Por tanto, no trates de comprender para creer, sino cree para poder comprender”. Mi misión humana es buscar a Dios por todos los medios y seguir siendo un buscador o una buscadora de Dios hasta el día en que se me revele cara a cara.

La pregunta para nosotr@s hoy es: ¿Cómo damos a conocer el nombre de Jesús a las personas en nuestras vidas? Piense en eso por un momento. ¿Cómo te esfuerzas por compartir el amor, la compasión y la generosidad de Jesús con las personas en tu vida? Puede ser a través de los actos simples y repetitivos del día a día o puede ser a través de acercarte a alguien que está luchando. Cuando nos esforzamos por compartir el amor y el cuidado de Jesús con l@s demás, les estamos dando a conocer a Jesús.

¿Quién te da a conocer a Jesús? ¿Cómo lo hacen? ¿Es por su cuidado y aprecio por quién eres? ¿Hicieron algo para que tu día fuera más brillante? Hoy te invito a ser consciente de los pequeños pero maravillosos regalos de cuidado y amor que las personas en tu vida comparten contigo. ¡Da gracias por su bondad y amor! ¡Y da gracias por la bondad y el amor de Jesús!

La misión de Jesús está a punto de cumplirse. San Juan ve la pasión y muerte de Jesús como el momento en el que es más glorioso; porque su misión es revelar en forma humana, el amor infinito y la misericordia de Dios, en toda circunstancia, por toda la humanidad. Este amor y misericordia es más evidente cuando Jesús responde con amor y misericordia al ser traicionado, rechazado, burlado, azotado y crucificado. El mensaje es que nada puede separarnos de su amor y misericordia. Deja en claro la naturaleza interior de Dios. La maldad de todo el género humano se transforma en el corazón de Jesús crucificado.

Bendiciones

Padre Luis +