¿Quién es Jesús para mí?

Lectura: Mientras Jesús enseñaba en el templo, preguntó: “¿Por qué dicen los maestros de la ley que el Mesías es el hijo de David? Marcos 12:35.

Buenos días, feliz viernes y muchas bendiciones.

Todos los evangelios de los últimos días se han referido a la verdad de una forma u otra. La verdad, como dijo una vez Jesús, nos hará libres. En el evangelio de hoy (Marcos 12: 35-37), vemos otro efecto de la verdad - nos trae gozo - "la gran multitud lo escuchaba con deleite". Jesús les estaba diciendo la verdad acerca de quién era él, y ell@s estaban encantad@s. ¿Me deleito en la verdad? ¿Me trae alegría? ¿Debo probar su libertad?

Jesús provocó que la gente pensara en quién era él en realidad. ¡Él mismo no tuvo una crisis de identidad! Dios, que fue revelado de formas misteriosas en el pasado, ahora está siendo dado a conocer por el Verbo encarnado. Jesús nos revela cómo es realmente Dios.

¿Quién es Jesús para mí? ¿Cómo le presentaría a otra persona? Todos los títulos son inadecuados para él. Sobre todo, es el Hijo de Dios. Pasar tiempo con él es un medio para conocerlo más plenamente. Hay una invitación permanente a entablar una relación más profunda con él.

Estos comentarios de Jesús sobre las palabras iniciales del Salmo 10 (compuesto por David) están destinados a mostrarnos que el Mesías es más que "hijo de David", es "Señor". “Jesús, mi Señor y mi Dios” podría ser un mantra simple para mi oración.

La multitud en el templo escuchó a Jesús con deleite. Permíteme estar callado por un momento en mi oración para dejar que Jesús me hable.

Jesús es más que el hijo de David. Es posible que los argumentos a lo largo del evangelio sobre la identidad de Jesús no ayuden o alimenten demasiado la oración. Baste de este pasaje para expresar nuestra fe en oración en que Jesús es el Señor, el hijo amado "en quien el Padre se complació". Es Hijo de Dios, humano y divino. En su amor y por él oramos. "Escucharon con deleite". Señor, permíteme escucharte de esta manera, disfrutar de tu bondad y perspicacia y nutrirme diariamente de tus palabras.

Este estilo de argumentación deleita a la audiencia original de Jesús, aunque nos parezca extraño. Cuando los escribas enseñan que el Mesías es el hijo de David, parecen dar a entender que es inferior a David. Jesús argumenta que el Salmo 110 (usado durante la coronación de un rey) muestra que ocurre lo contrario. En su versículo inicial, David (su presunto autor) escribe que "El Señor" (Dios) habla a "mi señor" (el rey). "Mi señor", o el Mesías, es por tanto superior a David.

Incluso hay un indicio de estatus divino, o al menos de una relación divina, en lo que sigue: "Siéntate a mi diestra". Me pregunto; ¿Este episodio profundiza tu comprensión de quién es Jesús?

Bendiciones,

Padre Luis +