¿Estás en el camino correcto?

Lectura: Entonces, en todo, haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti ... Mateo 7: 12a

Buenos días, feliz martes y muchas bendiciones.

El pasaje de hoy (Mateo 7: 6, 12-14) contiene tres enseñanzas de Jesús aparentemente no relacionadas.

Primero, "No des a los perros lo que es santo". Es decir, la carne consagrada de los animales sacrificados en el Templo no se debe dar como alimento a los perros. Debemos recordar que para l@s judí@s (al igual que para l@s musulmanes) los perros son animales inmundos, por lo que es una razón más para no darles carne consagrada para el culto divino. Podemos recordar el comentario de Jesús a la mujer sirofenicia acerca de no dar comida de niñ@s a los perros, una referencia a los gentiles que también se pensaba que eran inmundos. O la humillación de Lázaro en la parábola de Lucas, que estaba tan indefenso que no podía evitar que los perros le lamieran las llagas.

Del mismo modo, no se debe dar algo tan precioso como las perlas a los cerdos, otro animal inmundo. Nuevamente, recordamos en la parábola del hijo pródigo, cómo después de tocar fondo, el único trabajo que pudo encontrar fue alimentar a los cerdos y tenía tanta hambre que habría comido la comida de los cerdos.

En otras palabras, Jesús está aconsejando a sus seguidor@s que no expongan indiscriminadamente sus creencias a tod@s y cada un@. Si bien, en un sentido, el camino cristiano es para tod@s, hay personas que no están listas para escucharlo y no solo lo rechazarán, sino que lo ridiculizarán.

El segundo dicho es la famosa "Regla de Oro", que no es exclusiva del cristianismo o del Evangelio. Se conoce en otras culturas. Lo que podría enfatizarse aquí es que se expresa en términos positivos. También hay una forma negativa, "No hagas a l@s demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti". Hay una diferencia entre las dos. Puede observar la máxima negativa sin hacer nada en absoluto. Lo positivo solo se puede observar haciendo una buena acción a l@s demás y, por lo tanto, está mucho más en línea con la enseñanza general de Jesús.

Y tercero, el contraste entre la puerta estrecha y el camino ancho. Seguir el camino ancho es hacer casi cualquier cosa que te apetezca hacer. Es seguir tus gustos y disgustos, tus instintos y caprichos dondequiera que te lleven. Eso incluirá seguir los caminos de la codicia y el egocentrismo, de la mentira y el engaño, tal vez incluso de la violencia y el dolor. Claramente no es una forma de vida.

La puerta estrecha no debe ser una mente estrecha. Se trata más bien de estar muy claramente enfocad@ en ciertas formas muy específicas de pensar y actuar, teniendo la vida de un@ guiada por un conjunto claro de verdades, principios y valores, esas verdades, principios y valores que forman el núcleo de la enseñanza del Evangelio. En otras palabras, el Camino de Cristo. Es un camino que conduce a la vida.

Hoy te invito a estar verdaderamente presente con las personas que encuentres y a tratarlas como deseas que te traten a ti. Tu tiempo y atención pueden ser un gran regalo para esa persona.

Bendiciones

Padre Luis +