¿Puedo llevar el amor y la compasión de Dios a las demás personas, especialmente a las que son pobres, marginadas y vulnerables?

Lectura: Él le respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?" Mateo 12:48.

Buenos días, feliz martes y muchas bendiciones mi querida familia.

Jesús en el Evangelio de hoy (Mateo 12: 46-50) habla de dos formas en las que dice que las personas que lo rodean pertenecen a su familia. En primer lugar, pertenece a la familia en la que nació, a la de su madre y familiares. Su otra familia está formada por aquell@s que hacen la voluntad de Dios quienes a partir de ahora serán sus verdader@s íntim@s. María pertenece a ambos, pero es sobre todo la que ha dicho: “hágase en mí según tu palabra” (Lucas 1:38). Por eso es la primera discípula de Jesús y modelo cristiana. Esta es la verdadera intimidad a la que Jesús te llama. Habla con Jesús sobre este llamado extraordinario y con María sobre cómo se sintió al estar en esta relación extraordinaria con Jesús.

Este texto puede dar lugar a críticas a Jesús por ser irrespetuoso con su madre y herman@s. Sin embargo, debemos leerlo a la luz de cómo desea extender su familia, de modo que tod@s seamos miembros de la única familia donde Dios es nuestro padre y madre. Las familias que han adoptado hijos e hijas pueden entender esto cuando tod@s son tratad@s por igual como pertenecientes a una misma familia. Se nos recuerda que debemos amar a Dios y amar a nuestr@ prójim@ con un@ y el mismo amor.

Jesús me invita aquí para convertirme en discípul@. Esto no significa caminar con dificultad tras él, sino convertirme en un miembro querid@ de su familia. María es la discípula modelo: está totalmente abierta a la voluntad de Dios y apoya a Jesús en su ministerio. Ella es nuestra dulce madre y ayuda a todos los hijos e hijas de Dios a convertirse en hermanos y hermanas en el Señor.

La pregunta central que plantea Jesús es "¿Quién es mi madre?". Su respuesta es provocativa y está destinada a hacer que la gente piense en las prioridades. Su relación biológica y psicológica con María, su madre, es un hecho. Jesús no tiene la intención de deshonrar eso. Pero hay otra relación que se basa, no en la sangre, sino en la fe. Viene de responder al llamado de Jesús a seguirlo. Lo conocemos como discipulado. Esto tiene prioridad sobre cualquier otra forma de relación humana. ¿Estoy siempre consciente de las prioridades por las que llevo mi vida?

Jesús identifica a sus hermanas y hermanos como aquellos que hacen la voluntad de Dios. Tod@s somos hij@s de Dios, a quienes Él desea moldear y formar en discípul@s de su amor. Su presencia amorosa nos está alcanzando en nuestras vidas incluso en las situaciones más imposibles. Cuando nos encontramos con Dios y recorremos el camino de la fe con él, podemos iluminar el mundo en el que vivimos con la luz de su amor.

Ser hermanos y hermanas en Jesús implica un llamado a dar testimonio de nuestra fe. ¿Puedo llevar el amor y la compasión de Dios a las demás personas, especialmente a las que son pobres, marginadas y vulnerables?

Bendiciones,

Padre Luis +