Jesús fue muy claro con su espiritualidad del llano: volvamos a donde está la gente para acompañarles

 
Lectura: Pedro le dijo a Jesús: “Rabí, es bueno que estemos aquí. Construyamos tres refugios: uno para ti, otro para Moisés y otro para Elías. "Marcos 9: 5.
 
Buenos días, feliz viernes y muchas bendiciones mi querida familia.
 
El evangelio de hoy (Marcos 9: 2-10) es el relato de la transfiguración de Jesús. Es una escena bastante notable. Comienza cuando Jesús lleva a Santiago, Juan y Pedro a una montaña. ¿Se preguntaron estos hombres por qué Jesús solo los estaba llevando a los 3 a la montaña? ¿Se preguntaron por qué Jesús los eligió?
 
Cuando llegaron a la montaña, tuvieron una maravillosa experiencia: ¡Jesús se transfiguró ante ellos! La ropa de él cambio. Sus vestiduras se volvieron de un blanco deslumbrante. Estos discípulos también recibieron otro regalo: aparecieron Moisés y Elías. ¡Qué maravillosa experiencia para estos hombres corrientes y sencillos!
 
Luego, Moisés y Elías conversaron con Jesús por un tiempo. Santiago, Juan y Pedro se quedaron atónitos y atemorizados. También estaban horrorizados. Nunca habían experimentado algo así. Estos discípulos le dijeron a Jesús que querían levantar tres tiendas: una para Jesús, Elías y Moisés. Luego, en el momento siguiente, tuvieron otra experiencia asombrosa: ¡una voz del cielo les habló! Esta voz les dijo: "Este es mi Hijo amado". Entonces la voz añadió que debían escuchar a Jesús. En el siguiente instante, Jesús y los tres discípulos estaban nuevamente solos.
 
Supongo que, en este encuentro, estos discípulos tuvieron una experiencia que les cambió la vida. Deben haber mirado a Jesús con ojos muy diferentes. Después de todo, Dios les había dicho que Jesús era Hijo de él. Debe haber tomado un tiempo absorber esta experiencia. A veces, ¿cuestionaron su cordura? ¿Oyeron realmente las palabras que Dios les había dicho? Debe haber sido una bendición para ellos poder procesar esta experiencia entre ellos y con Jesús.
 
Pregúntate: ¿cómo reaccionarías si tuvieras una experiencia como esta? ¿Tendríamos la fe para creer que Dios estaba allí con nosotr@s? ¿O seríamos escépticos y cuestionaríamos nuestra experiencia? Quizás incluso podríamos pensar que estamos alucinando. Y, sin embargo, supongo que, a la mayoría, sino a tod@s, nos encantaría tener un encuentro tan cercano con Dios o Jesús. ¡Qué regalo y bendición sería este encuentro! Lo más probable es que hoy no tengamos una visión ni oigamos una voz del cielo que nos hable. Sin embargo, quizás hoy Dios nos esté diciendo a cada uno de nosotr@s: "Tú eres mi hijo amado". ¡Dios nos ama tan profundamente como Dios ama a Jesús! ¿Creemos y confiamos en que esto es cierto?
 
Interesante en toda esta historia es que los discípulos intentaron convencer a Jesús de que se quedara con ellos en la espiritualidad de la altura del monte, lejos del pueblo. Pero Jesús fue muy claro con su espiritualidad del llano: volvamos a donde está la gente para acompañarles. Esta es la iglesia del pueblo.
 
Bendiciones
 
Padre Luis +