Jesús dice que debemos hablarnos de manera honesta y directa, no con enojo, pero tampoco ocultando el daño que se ha hecho.

Lectura: “Si tu hermano o hermana peca, ve y señala su falta, solo entre ustedes dos. Si te escuchan, te los has ganado. Mateo 18:15.

Buenos días, feliz miércoles y muchas bendiciones mi querida familia.

La lectura del Evangelio de esta mañana (Mateo 18: 15-20) nos da algunas instrucciones reales, concretas y paso a paso de Jesús sobre cómo debemos manejar los conflictos. Mucha gente se queja de que la Biblia es ardua o difícil de entender en sus instrucciones. En este pasaje, Jesús presenta un plan paso a paso sobre cómo una persona cristiana debe manejar un desacuerdo con otr@ miembro de la comunidad.

En la mayoría de las iglesias de hoy, y no creo que Santa Cruz/Holyrood sea diferente a cualquier otra iglesia, lo que sucede típicamente cuando las personas no están de acuerdo entre sí es que quien está molesta no le dice nada a la persona que ha causado el malestar. Pero la persona enojada habla con sus amistades y simpatizantes y comienza a reunir oídos comprensivos para escuchar un mensaje de que la otra persona ha hecho mal a la parte lesionada. Pronto hay un grupo grande y creciente que sabe del mal hecho y todos comienzan a buscar en sus propios bancos de memoria ejemplos de cuándo la persona también les hizo daño. Mientras tanto, la persona que ahora está siendo criticada y cuya lista de transgresiones crece día a día, no tiene idea de que le ha hecho algo a nadie. Luego, cuando el problema finalmente llega a un punto crítico, el problema original se ha olvidado por completo o se ha transformado en algo completamente diferente al desaire como comenzó. Mientras tanto, la persona que comenzó todo con un acto relativamente menor se ha convertido en una persona villana importante, simplemente por el poder de los malos sentimientos, insinuaciones y acusaciones, que hierven a fuego lento con el tiempo. Esto es precisamente de lo que habla Jesús en Mateo 18.

Jesús expone cómo estas cosas deben ser manejadas por una comunidad cristiana. Y, sencillamente, Su receta es hablar de las cosas de forma abierta, honesta y directa, de persona a persona. Jesús quería que las personas que habían sido lastimadas hablaran directamente con la persona que las lastimó y que presentaran las cosas de manera honesta, con la esperanza de que se resolvieran los problemas. Jesús no dice: "hay que emboscarles". Y tampoco dice: “Reúnanse al mediodía, en medio de la Calle Principal y disparen. Dejen que gane la mejor persona ". En cambio, Él dice que debemos hablarnos de manera honesta y directa, no con ira, pero tampoco ocultando el daño que se ha hecho. Ahora tenga en cuenta que Él no sugiere que una persona deba ser la ganadora y la otra perdedora. No ... lo que quiere de esta comunicación directa es la reconciliación. Ambas partes regresan, en la medida de lo posible, a un lugar de cuidado e interés compartidos, de perdón y comprensión.

Jesús quiere que todo su pueblo se reconcilie entre sí, no para que una persona tenga razón y la otra esté equivocada, sino que ambos puedan unirse y dejar atrás sus diferencias. O, como dijo San Pablo a los romanos, "Por lo tanto, desechemos las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz. Caminemos bien, como de día; ... no en contiendas y celos ". Pero Jesús no da sus instrucciones para que la persona contra la que ha pecado obtenga un pase libre. Lo que realmente quiere es que la persona contra la que se ha pecado se comprometa en el perdón, para que esa persona pueda volver a poner su vida en orden, ya no atada por la ira y el resentimiento que pueden apagar la llama del amor cristiano.

Bendiciones

Padre Luis +