La felicidad aquí en la tierra es la única riqueza que el Evangelios promueve.  

 
Lectura: Nuevamente les digo que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de Dios”. Mateo 19:24.
 
Buenos días, feliz martes, y bendiciones mi querida familia.
 
En el Evangelio de hoy (Mateo 19: 23-30), Jesús les dice a sus discípul@s que es más fácil que "un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino de Dios". Para much@s de nosotr@s, esta declaración de Jesús suena extraña. Jesús estaba hablando de las puertas estrechas y bajas de las murallas de la ciudad que l@s viajer@s usaban después del anochecer cuando la puerta pública estaba cerrada. Una persona de tamaño normal tenía que agacharse para entrar por esta puerta. Un camello literalmente tenía que arrodillarse y arrastrarse por la puerta.
 
Cuando Jesús usa esta analogía de "un camello que pasa por el ojo de una aguja", sus oyentes inmediatamente entendieron lo que Jesús estaba insinuando. Sabían que sería absolutamente imposible que un camello pasara por el ojo de una aguja. O si un camello intentara pasar por una puerta de la ciudad que había estado cerrada por la noche, el camello no podría hacerlo. El pasaje cerrado sería demasiado estrecho.
 
¿Por qué Jesús fue tan cauteloso con la riqueza? La riqueza puede traer muchas bendiciones y muchos desafíos. La riqueza también puede crear una sensación de falsa seguridad. Nuestra riqueza puede permitirnos dominar a las demás personas o pensar que somos mejores que l@s demás. Sin embargo, me parece que Jesús tiene claro su preocupación de que no hay forma de acumular riquezas sin tomar lo que pertenece a otra persona. Esta es la realidad de la distribución desigual que existe en nuestra sociedad capitalista. 

Definitivamente la pobreza (cuando hablamos de dinero) es un fenómeno socioeconómico y político que se puede solucionar con una justa distribución de la creación de Dios, porque Dios creó lo suficiente para todas las personas.
 
La riqueza material tiene el potencial de ser un obstáculo para tener una verdadera comprensión de dónde se encuentran las verdaderas riquezas de nuestra vida: las personas que amamos, el gozo, la paz, nuestra fe, el amor y el cuidado de Dios por nosotr@s y nuestra relación con Dios. Pero también hay una pobreza llena de riqueza donde se define a la persona rica, como decía Facundo Cabral, con necesitar menos. En otras palabras, la persona que menos necesita es la que tiene más riqueza. Y también hay mucha felicidad porque estoy satisfecho con mi vida. 

Y, por supuesto, está también la pobreza de la infelicidad, donde puedes tener lo material, pero no eres feliz. En cualquier caso, el Evangelio Social de Jesús no se basa en la acumulación de riqueza material sino en una distribución equitativa. La felicidad aquí en la tierra es la única riqueza que el Evangelio promueve. Por eso la Biblia nos dice: el amor al dinero es la raíz de todos los males. I Timoteo 6:10
 
Hoy pregúntate: ¿cuál es la riqueza en tu vida? Y lo que es más importante: ¿quién es la riqueza en tu vida? ¿Quiénes y cuáles son tus riquezas? Tómate un tiempo para agradecer a Dios por la abundancia de riqueza en tu vida (incluso si tienes problemas económicos). Nombra y da gracias por las personas que “enriquecen” tu vida con su presencia, cuidado y amor. ¡Tú (y yo) somos ricos! ¿Damos por sentada esta esta "riqueza"? ¡Espero que no!
 
Bendiciones
 
Padre Luis +