Amar a mi prójimo como a mí mismo requiere de un amor radical

Lectura: Y el segundo es similar: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Mateo 22:39.

Buenos días, feliz viernes y muchas bendiciones mi querida familia.

En el evangelio de hoy (Mateo 22: 34-40) los fariseos deciden probar a Jesús. Habían oído que Jesús había silenciado a los saduceos. Se reunieron alrededor de Jesús, y uno de los eruditos de la ley le preguntó a Jesús: "¿Cuál es el mayor mandamiento de la ley?" Naturalmente, Jesús respondió: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, alma y mente". Jesús afirmó que este mandamiento era el primero y el más grande de todos los mandamientos. Entonces Jesús continuó y dijo: “El segundo mandamiento es similar: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Toda la ley y los profetas dependen de estos dos mandamientos ".

Hoy Jesús nos pide que seamos sincer@s. Él desea que amemos a Dios de todo corazón. Dios debe ser lo primero y más importante en nuestras vidas. Sin embargo, Jesús también nos dice que "amemos a nuestro prójimo como a nosotr@s mismos". Ambos mandamientos son un desafío. Sin embargo, la instrucción de amar a nuestr@ prójimo como nos amamos a nosotr@s mism@s puede ser más desafiante que el primer mandamiento. Este segundo mandamiento a menudo nos estira de manera incómoda. No siempre nos agrada nuestro vecino. Nuestro vecino puede ser una persona que puede habernos herido, insultado o ignorado. Y la emoción que experimentamos con esta persona muy probablemente está lejos de ser "amorosa".

Sin embargo, Jesús nos llama a amar a todas y cada una de las personas con las que nos encontramos: las que nos agradan y las personas de las que preferimos mantenernos alejad@s. Hoy, esfuérzate por mantener el llamado de Jesús en tu mente y corazón. Esfuérzate conscientemente por amar a todas y cada una de las personas que encuentres, sin importar lo que sientas por ellas. ¡Quién sabe, puedes encontrarte con una persona que conscientemente esté luchando por amarte!

El hecho de que Jesús, casi al mismo tiempo, diga que debemos amar a Dios y amar al prójimo significa que un amor no es mayor que el otro. Son interdependientes. Al amar a Dios, amamos a nuestr@ prójimo. Al amar a nuestr@ prójimo, amamos a Dios. Estos dos mandamientos no solo son similares, sino que son complementarios e inseparables. En otras palabras, no es posible amar a Dios y no amar al prójimo y viceversa.

Jesús está diciendo que mientras un@ esté verdaderamente amando a Dios y al prójimo, el resto de la Ley se cuidará por sí sola. E incluso puede haber ocasiones en las que ese amor trascienda y anule los requisitos de algunas leyes. Ningún acto verdaderamente amoroso puede ser pecaminoso. En este tiempo de oración, ¿qué significa amarme a mí mismo hoy? ¿Qué significa amar al prójimo hoy? Recordar; El estándar de amor de Dios es el amor de Jesús que murió por nosotros. “Dios demuestra su amor por nosotr@s en que siendo aún pecador@s, Cristo murió por nosotr@s” (Romanos 5: 8).

Amar a Dios es mucho más fácil, pero está incompleto. Amar al prójimo como a mí mism@ requiere de un amor radical, una transformación total de mi forma de pensar, sentir y actuar. Es en este proceso que me convierto en una nueva criatura. Es amando a mi prójimo que encuentro a Dios.

Bendiciones

Padre Luis +