La ley del amor llega a los cuatro rincones de la tierra y hasta el fin de los tiempos

 
Lectura: No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Mateo 5:17.
 
Buenos días, feliz miércoles y muchas bendiciones mi querida familia de Santa Cruz.
 
En el evangelio de hoy (Mateo 5: 17-19) aprendemos cómo Jesús frecuentemente enojaba a los fariseos al violar la ley. Arrancaba espigas de maíz en sábado. Sanó en sábado. Tocó al inmundo. Parece claro que cuando habla de la Ley, está hablando de ella en un sentido transformado, tal como lo define en su enseñanza de que solo son necesarios dos mandamientos: amar a Dios y amar al prójimo como a un@ mism@.
 
La ley del amor llega a los cuatro rincones de la tierra y hasta el fin de los tiempos. Nadie escapa a la exigencia de esta ley. Cuando se respeta esta ley, todas las demás leyes entran en vigor. Jesús parece muy partidario de la ley judía en este punto, pero los primer@s cristian@s, como San Pablo, se sintieron libres de romper con muchas enseñanzas judías. ¿Qué me está diciendo Dios aquí? Jesús también estaba muy consciente del daño espiritual que podemos hacer a otras personas, especialmente a personas jóvenes, con el mal ejemplo o las exhortaciones mal aconsejados. ¿Pienso antes de hablar sobre asuntos espirituales?
 
Toda la ley y todos l@s profetas se resumen en el "mandamiento nuevo": amar a Dios, a mi prójim@ y a un@ mism@. Reflexiona sobre la disciplina involucrada en su amor. Cuando soy verdaderamente amoros@, vivo de acuerdo con los "mandamientos". Los mandamientos están ahí para ayudarnos a ser personas amorosas, respetuosas, justas, misericordiosas y a cuidar de la creación de Dios. ¿He antepuesto alguna vez la ley al amor en mis actitudes o acciones? Habla con Jesús sobre esto.
 
“Ahora todos los recaudadores de impuestos y los pecadores se acercaban para escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban y decían: "Este hombre recibe al pecador y come con él" (Lucas 15: 1-2). Me pregunto, ¿cómo es que Jesús no está “aboliendo” sino “cumpliendo” la ley de esta manera? ¿Podría ser su profunda unión con las personas, su compromiso amoroso con las personas, especialmente con las personas en dificultad o las personas excluidas?
 
Hoy te invito a terminar tu oración con el escritor de los Salmos: “Hazme conocer tus caminos, oh, Señor; enséñame tus caminos. Guíame en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación. (Salmo 25: 4-5).
 
Bendiciones
 
Luis +