¿Desafío mi hábito de hacer juicios rápidos sobre las demás personas?

 
Lectura: “¿Por qué miras la paja en el ojo de tu hermana o de tu hermano y no prestas atenciones a la viga en tu propio ojo? Lucas 6:41.
 
Buenos días, feliz viernes y muchas bendiciones mi querida familia.
 
En el Evangelio de hoy (Lucas 6:39-42), Jesús habla de nuestra tendencia humana a tener pajas y vigas de madera en los ojos. Estos objetos nos impiden ver el cuadro completo. Jesús quiere que sus discípul@s sean plenamente conscientes de su tendencia natural a juzgar automáticamente a l@s demás, a notar la paja en el ojo de otra persona mientras se pierden por completo las vigas de madera en sus propios ojos.
 
La dificultad es que, para la mayoría de nosotr@s, nuestra tendencia a juzgar es automática. A menudo, juzgo a alguien y puede que no sea consciente de que estoy emitiendo un juicio. Sin embargo, si elegimos hacerlo, podemos esforzarnos por liberarnos del juicio. Lo más probable es que no seamos 100% libres de juicios. Sin embargo, si elegimos liberar un juicio, nos liberamos para entrar en una relación más cercana con alguien.
 
Además, en este pasaje, aprendemos acerca de la humildad y la sinceridad. El requisito de la humildad se encuentra en aceptar nuestras faltas y estar preparad@s para aprender de l@s demás. La importancia de la sinceridad se puede ver al no apresurarse a notar las faltas de l@s demás, lo que puede llevar a juzgar a l@s demás. En conjunto, la falta de humildad y sinceridad puede llevar a que se nos llame hipócritas.
 
Nos gusta orientar y corregir a las personas. Nos da un poco de estatus. Esto significa, por supuesto, que somos rápid@s para ver los defectos en l@s demás. Me pregunto cuánto de nuestra conversación se centra en las fallas de las figuras públicas y de las personas cercanas a nosotr@s.
 
Jesús no niega que las personas tengan fallas, pero me invita a mirar primero mis propios puntos ciegos. Si la persona justa cae siete veces, ¿cuántas veces me caigo yo? Jesús usa el humor para hacer su punto. ¡Él me invita a imaginar a cuántas personas estaría lastimando si tuviera un tronco pegado a mi ojo! ¿Hago una práctica de pensar lo mejor de otras personas? ¿Desafío mi hábito de hacer juicios rápidos sobre las demás personas? Jesús usa el humor para invitarnos a no tomarnos demasiado en serio.
 
¡Imagina una viga en tu ojo y luego trata de sacar una paja del ojo de otr@! Dios nos ve a cada un@ de nosotr@s desde adentro. Dios nos mira con una mirada generosa y compasiva. Dios no nos desprecia ni nos condena por nuestros defectos y fallas. Señor, haz que hoy mire a las personas tan amablemente como tú lo haces.
 
Hoy te invito a practicar el no juzgar a l@s demás. A lo largo del día, estate alerta y consciente. Si te das cuenta de que estás juzgando a otra persona, libera conscientemente tu juicio. Al final del día, revisa tu progreso en dejar de juzgar. Se paciente contigo mism@. Hemos estado juzgando a l@s demás muy probablemente desde que salimos del útero. Se necesita práctica y más práctica para abstenerse de juzgar. Sin embargo, a medida que avanzas en este esfuerzo, observa: ¿Está más content@? ¿Tu día fue más tranquilo? Y quién sabe, ¡tal vez la otra persona también haya estado más tranquila y contenta!
 
Bendiciones,
 
Luis+