Dios no usa esquemas humanos

 
Lectura: Y Natanael le dijo: ¿Puede salir algo bueno de Nazaret? Felipe le dijo: “Ven y mira”. Juan 1:46.
 
Buenos días, feliz jueves y muchas bendiciones mi querida familia.
 
Con el Evangelio de hoy (Juan 1:45-51) celebramos la fiesta de los Arcángeles: Miguel, Gabriel y Rafael. Ahora pregúntate: ¿Es esta fiesta significativa para mí? ¿Creo en los ángeles sin importar si son arcángeles o simplemente ángeles normales?
 
Los tres ángeles que celebramos hoy son mensajeros de Dios con funciones especiales. Gabriel, quien trajo el mensaje a María, es el patrón de las telecomunicaciones y la radio. Rafael, que guio a Tobías en su viaje, es el patrón de las enfermeras, l@s médicos y l@s cieg@s. Miguel es venerado como el protector de l@s cristian@s. L@s ángeles nos recuerdan que Dios habla de muchas maneras, que l@s mensajer@s de Dios tienen muchas formas.
 
La mayoría de nosotr@s aprendimos sobre los ángeles a una edad temprana. Hay ángeles en las Escrituras. En los últimos años, ha habido libros y programas de televisión centrados en l@s ángeles. Sin embargo, sospecho que muchos de nosotr@s no hemos tenido una experiencia personal y cercana de un/a ángel, un ser celestial, que se nos aparece.
 
Creo que, si nos tomamos el tiempo para pensarlo, con suerte podríamos nombrar a varias personas en nuestras vidas que son ángeles para nosotr@s. Puede ser alguien que se fije en nosotr@s y nos pregunte cómo estamos. O quizás es alguien que se anticipa a nuestras necesidades. O puede ser una persona que nos sorprenda con un simple regalo o su tiempo o atención.
 
Jesús primero felicita a Natanael y luego le hace una promesa. Es un israelita en quien no hay engaño, a diferencia de Jacob, el primer israelita que se burló de su hermano Esaú. La promesa de ver los cielos abiertos no es sólo para Natanael sino para todas las personas que creen que Jesús, el Hijo de Dios, es la verdadera escalera que conduce a la felicidad eterna. ¡Sigamos subiendo!
 
Ven y mira. ¿Alguna vez has usado esas palabras para invitar a amig@s a ir a la iglesia contigo? ¿Alguna vez has hablado con tus amig@s acerca de Jesús y lo que Él ha hecho en tu vida? Si algun@s se ríen y dicen que eres tont@ por creer lo que crees, no discutas con ell@s. Sé amable y acéptal@s como lo hace Jesús. Después de un tiempo, tus amig@s pueden sentir curiosidad y estar dispuest@s a “venir y ver” de qué se trata la iglesia. Lo mejor de todo es que pueden llegar a conocer a Jesús.
 
Vemos un buen ejemplo de esto en el pasaje que escuchamos del Evangelio de Juan. Felipe invitó a Natanael a venir y ver al Mesías prometido por mucho tiempo. La ley y los profetas eran las dos partes más importantes de las Escrituras Hebreas. Felipe le dijo a Nathaniel que había encontrado el que las Escrituras les habían dicho que anticiparan. El Mesías estaba ahora en medio de ell@s, pero fue más allá de los profetas del Antiguo Testamento. Él era la Palabra, el que más perfectamente reveló a Dios y la voluntad de Dios.
 
Al igual que Natanael, much@s de nosotr@s juzgamos y menospreciamos a otras personas y culturas. Dice que nada bueno puede salir de Nazaret. Sin embargo, Dios puede hacer cosas inesperadas. Las mismas personas o lugares que menospreciamos o despreciamos son l@s que Dios levanta y bendice. El mismo Natanael era una persona común y corriente y, a pesar de su actitud crítica, Jesús lo elogió como un verdadero hijo de Israel y como una persona sin hipocresías. ¿Quién podría haber imaginado que Jesús lo llamaría como uno de los Apóstoles? Ni siquiera el propio Natanael se lo esperaba. De hecho, Dios no usa esquemas humanos.
 
Bendiciones,
 
Luis+