La indiferencia

Muy buenos días feliz viernes y bendiciones.
 
Hoy desperté meditando sobre el pecado de la indiferencia. Esto en el contexto del Evangelio del Buen Samaritano. El Buen Samaritano (Lucas 10:30-38) es la historia de un hombre que fue robado y golpeado y dejado por muerto. Mientras yace aferrado a la vida, varias personas de los grupos étnicos y comunidades prominentes que deciden no ayudarlo lo pasan por alto. Finalmente, un samaritano que no es tan prominente y tiene una visión religiosa diferente le ayuda.
 
La injusticia es básicamente cuando las cosas correctas, que deberían suceder, no suceden, y lo que está mal prevalece. Lamentablemente, esto forma parte de la vida de la mayoría de las personas. Pero el problema es cuando se acostumbra con la injusticia, dejando, así, de luchar contra ella y en favor de la justicia.
 
Dentro de este contexto me puse a pensar en cómo todo este asunto de la pandemia del coronavirus nos ha hecho indiferente a otras realidades que son igual o mayor amenaza a la humanidad. Pero por desgracia nos hemos acostumbrado a vivir con esas realidades y las mismas se han normalizado en nuestras vidas. Cuando normalizamos una situación común podemos caer en injusticias y peligros.
 
¿Cuántas muertes en los Estados Unidos son causadas por la pobreza, la falta de educación y otros factores sociales? Hasta este momento, y sigue aumentando, el coronavirus ha matado a 24,052 personas en todo el mundo. Esto es muy serio. Pero a la misma vez me gustaría que podamos ver todo el panorama de la indiferencia.

En 2018, ocurrieron 67,367 muertes por sobredosis de drogas en los Estados Unidos. La mala nutrición y el hambre son responsables de la muerte de 3,1 millones de niños al año. Un/a niñ@ muere de hambre cada 10 segundos. El suicidio es un importante problema nacional de salud pública en los Estados Unidos. El país tiene una de las tasas de suicidio más altas entre las naciones ricas. En 2018, hubo 48,344 suicidios registrados. El alcohol es la tercera causa de muerte evitable en los Estados Unidos, con un estimado de 88,000 personas (aproximadamente 62,000 hombres y 26,000 mujeres) que mueren por causas relacionadas con el alcohol cada año.
Alrededor de 9 millones de personas mueren cada año de hambre y enfermedades relacionadas con el hambre. Esto es más que el SIDA, la malaria y la tuberculosis combinados. Y tenemos que la nicotina (cigarrillo) produce unas 480,000 muertes anuales (incluidas las muertes por humo de segunda mano). No se trata de que menospreciemos al Coronavirus, se trata de que identifiquemos nuestra indiferencia y justicia selectiva al llamarle pan al pan y vino al vino.
 
La mayoría de estos males no son producidos por Dios sino más bien son males de nuestro sistema capitalista corporativo.  No seamos como Pilato lavándonos las manos. Este es mi reto para ti en el día de hoy. Vamos a salvar a la humanidad matando la indiferencia.
 
Bendiciones
 
Padre Luis+